Sorprendentemente aunque esté separado por una cuadra de una de las calles más congestionadas de El Poblado, Curry está ubicado en un sector verde y tranquilo, que fácilmente puede llamarse –como otros sitios en Medellín- “buena mesa”. Es un lugarcito de paredes naranjas, rosas o moradas particularmente pequeño y acogedor, pero en él caben más 20 personas a la vez.

 

Está ambientado por música india, tradicional y actual, a un volumen adecuado que propicia en cada visitante serenidad y una buena conversación acompañada de justo ese juego de sabores que proporcionan.

 

Además de la cocina, el lugar cuenta con tres lugarcitos donde se pueden sentar las personas. Dos de ellos son muy especiales, uno que tiene una lámpara preciosa y que la mesa tiene cojines para sentarse, seguramente ese es el más cálido. El otro es como un balconcito hacia la calle y a la altura del andén, con mesitas de 50 centímetros de altura y pequeñas sillitas de madera, como para adecuarte a las tradiciones de ese país lleno de excentricidades, colores y especias; y está iluminado como por lucecitas de navidad blancas y en enredaderas.

 

Es un sitio que en la noche pareciera volverse mágico, definitivamente.