Alejandra estudió hace dos años gastronomá en la Fundación Universitaria Luis Amigó y apenas hace 20 días trabaja en Curry. Es consciente que en los restaurantes que ha trabajado ha sido bastante complicado, no ha sido un oficio fácil: se absorbe todo el tiempo, cocinas pequeñas con muchas personas, cada una de ellas con sus particularidades, lo que requiere tener mucha tolerancia. En Curry, ha tenido más tiempo libre, es más tranquilo y siente que las personas están cada vez más abiertas a degustar nuevas opciones.