© Luisa María Charry Valencia.
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Palitos, palmitos, puro sabor
Domingo. Después de la bienvenida, la maid indicada te seguirá hablando en japonés y traduciéndote todo. Simplemente te traerá una carta. Para el caso puedes elegir una entrada, suena realmente atractivo todo. Eliges Hitagi, 9 palmitos de cangrejo rellenos de queso crema y una salsa dulce. Realmente, el sabor es precioso. Los palmitos se vuelven adictivos y quisieras que fueran más de 9.
Mientras esperas el plato fuerte, tu compañía podrá decirte que se siente viviendo dentro de un tamagotchi, y ahora que lo analizas, tiene razón. Espero que si vas, tengas mucho de qué hablar porque es bastante demorado, pero vale la pena.
Al llegar la comida principal las maid te hacen cantar una canción en japonés, que obviamente no tienes ni la menor idea de qué estás diciendo además que se hace una coreografía supuestamente para que la comida sea más disfrutada.
Llega un tazón bastante grande, lleno de un caldo de cebolla, pimentón, raices chinas, medio huevo cocido, carne de cerdo frita y una hoja durísima que parecer ser alga, además de los fideos. A este plato le llaman Ramen. Es muy condimentado, de un fuerte sabor. La idea es que con los palitos comas todo, y que al final tomes el caldo del bowl.
Pero para completar la experiencia, el otro plato fuerte parece ser una lonchera de almuerzo para el colegio. En una coca plástica viene casi que animada una comida fría que llaman Happy Bento. Es una ternura desde que se lee en el menu "salchichas pulpo". Viene enrollado en un jamón en forma de osito, un arroz agrio que sabe como a jengibre rodeado por alga. Las papas fritas tienen la silueta de oso y para acabar con la escena de una serie animada japonés para chicos, los onigiris que es el mismo arroz pero relleno de atún -o al gusto- son unos panda rodeados por

Hitagi

Ramen

Happy Bento

Sorpresa
tomates cherry y pepino cohombro... el plato está repleto de lechuga. Si usas la salsa anguila, le dará un toque perfecto y hasta divertido.
Happy Bento trae una pequeñísima sorpresa, que hace que el visitante pueda recordar una comida que parece salida de la televisión misma.
